El pasado martes, día 30 de enero, finalizamos
nuestra primera experiencia en la piscina dentro del itinerario de aprendizaje del área de Educación Física en nuestro colegio.
Las dudas de los días previos y los nervios por adentrarnos en un medio novedoso para maestr@s y niñ@s, se han convertido en
satisfacción, orgullo y caras de alegría.
Nuestra
mochila de aprendizaje no sólo se ha llenado de la mejora motriz, sino que hemos mejorado en
autonomía en los vestuarios, en
gestión de la mochila del nadador y sobre todo hemos ganado en
compañerismo y cooperación. Ha sido emocionante ver como compañer@s que no sabían nadar eran ayudados por otr@s con mayor desenvoltura en este medio acuático. La
enseñanza reciproca no ha tenido que ser programada por nosotros, sino que ha nacido de forma espontanea por l@s alumn@s.